ACTORES

Hay una elección que está a mano en este momento del ahora para todos los seres humanos —si se desea —. Ahora reconozco que soy un ser divino teniendo una experiencia humana. Sin embargo, no siempre lo supe. Aún así, realmente aprecio y honro los papeles de reparto que he elegido representar durante muchas vidas, y, en particular el papel de reparto en esta vida que he estado llamando Pablo Reinig—todos de los cuales no tenían idea de quiénes eran—. Pero ahora me estoy acordando quién soy. De nuevo, soy un ser divino teniendo una experiencia humana. ¿Y qué es lo divino? Lo divino es esencia pura. Es la fuente de todo, lo que incluye abundancia, alegría, risa, diversión, placer y sexualidad. Es la vida misma. Es el yo soy y yo soy eso. Eso es lo que soy. Siempre lo he sido; simplemente que ahora lo estoy recordando.

Lo que me estoy dando cuenta es que durante mucho tiempo yo estaba, como lo divino, representando papeles de reparto en los que elegí olvidar quién era. Papeles en los que creía que era indigno. Papeles en los que creía que la sexualidad era mala. Papeles en los que creía que tenía que sacrificarme por el bien del mundo. Papeles en los que creía que Dios no quería que experimentara las buenas comidas, el buen vino y las mujeres deliciosas. He representado papeles en los que el personaje creía totalmente que tenía que ser célibe, vivir en la pobreza, y apaciguar a Dios a través de los actos de penitencia. Todos los personajes que he representado estaban fuertemente apegados a la dualidad, requiriendo mucho drama, incluyendo la necesidad de ser extremadamente limitados y de mantener la vida bajo control para no causar perturbaciones. Escogí papeles que creían que tenían que trabajar duro para tener éxito, invirtiendo largas horas en proyectos sin descanso y sin tomarse tiempo para disfrutar la vida.

Como un ser divino teniendo una experiencia humana, estos fueron el tipo de personajes que elegí representar y fue maravilloso mientras duró. De hecho, fue un milagro que fuera capaz de representar esos papeles en absoluto. ¡Qué creador tan asombroso soy! Y, representé esos papeles tan bien que podría haber sido nominado para un premio de la Academia. Disfruté mucho representando esos papeles—por un tiempo—. Pero con el tiempo esos papeles perdieron su encanto. Perdieron su atractivo. Lo supe en el interior hace mucho tiempo pero no fui lo suficientemente honesto como para admitirlo. Eso está bien. Fue entonces cuando decidí empezar a representar el personaje de estar desilusionado sobre los papeles que estaba representando porque sabía que no me gustaban, pero no estaba seguro de por qué, y no tenía ni idea de qué hacer al respecto. He representado ese papel por un tiempo hasta que también perdió su encanto y atractivo, hasta que algo dentro, dijo, "¡Basta ya!" Quería que la película terminara y cuando no lo hizo ya no era nada divertido. Imagínese como un actor que está atrapado en el mismo tipo de papeles película tras película. ¡Aburrido! Y lo peor, después de un tiempo, te estremeces cuando tu agente te envía aún otro guión con el mismo tipo de papel.

Fue entonces cuando me acordé de quién soy; que yo era el que estaba eligiendo todos los diferentes personajes. De hecho, yo era el que escribía los guiones. ¡Wow! ¡Qué revelación! Empecé a apreciar, honrar, amar y tener compasión por mí mismo por haber elegido tener esas experiencias. Fue una experiencia increíble mientras duró. Es sólo que ahora que sé quién soy, esos papeles ya no me sirven. Si tú supieras que eras ilimitado e infinito, quiero decir realmente saber eso sobre ti, ¿por qué optarías por seguir actuando papeles que te mantienen limitado y sujeto a la necesidad de mantener la vida bajo control? Eso no sólo no sería nada divertido, literalmente te sacaría de quicio, como mantener a un tigre feroz confinado dentro de una jaula.

Así que, ahora que me acuerdo que yo soy el que yo soy, también sé que no tengo que elegir más esos papeles de reparto limitantes. En cambio, ahora elijo permitir que este ser divino, que está teniendo una experiencia en este cuerpo de este hombre llamado Paul, se exprese plenamente sin limitación ni control. Por lo tanto ahora me abro y me permito ser un vehículo para la verdadera esencia de todo lo que es expresarse a través de mí. Todo lo que lo divino es— abundancia, alegría, risa, diversión, placer, sexualidad—ahora elijo experimentar todo eso, porque quien soy es la esencia de todo eso. Yo soy la vida misma así que elijo vida. Yo soy la abundancia misma así que elijo abundancia. En otras palabras, elijo vivir, crear. Como el yo soy, soy ilimitado e infinito así que elijo experimentar la vida plenamente sin la necesidad de la dualidad, el drama o la limitación. Elijo que la vida sea fácil y sencilla porque para lo divino todo es fácil y sencillo.

Esto se llama lo divino fusionándose con lo humano. Es una elección vivir con total libertad y es la elección que está a mano para todos los humanos en este momento—si lo eliges—. Así que la pregunta que te hago es, ¿cuánto te gusta el papel de reparto particular que estás actuando en este momento? Si dices, "mucho", eso es fantástico. Pero si no, la buena noticia es, ¿sabías que tú escribiste el guión de tu vida y por lo tanto puedes volver a escribirlo para leer todo lo que quieras que lea? Esa es la elección que está a mano. ¿Qué vas a elegir?

PAUL REINIG