dimecres, 31 d’agost del 2016

dimarts, 30 d’agost del 2016

FELICIDAD Y ESTADO DE CONCIENCIA

FELICIDAD Y ESTADO DE CONCIENCIA
A menudo nos preguntamos en que consiste la felicidad. De qué depende i/o como conseguirla es una constante en el ser humano, en su búsqueda diaria, en las elecciones que hace, las decisiones de cada momento, las metas, los sueños a perseguir, las ilusiones puestas en situaciones, personas i /o acontecimientos, etc.
Muchos hemos llegado hasta aquí para “sentir” que la felicidad es un estado de conciencia. No algo que tengamos que perseguir, buscar fuera, crear. Sino algo en lo que instalarnos desde el interior. Un lugar, que no es otro que el “ahora mismo”, en esta circunstancia que estoy viviendo, sea cual sea la situación, el lugar, i/o el momento.
¿Y que tiene que ver la felicidad con el estado de conciencia?
En ser consciente de nuestro estado, y escoger precisamente la felicidad.
ESCOGER EL ESTADO DE FELICIDAD CONSCIENTEMENTE.
No hay diferentes estados de conciencia, para ir cambiando de un estado a otro, dependiendo de nuestro crecimiento personal y trabajo interior y de auto-reflexión y sanación; sino diferentes puntos donde nos podemos situar dependiendo de las creencias que llevamos con nosotros. Así nos sanamos, y así aprendemos a escoger el estado en el que queremos vivir; detectar cuales creencias son las que en estos momentos nos están haciendo salir de nuestro estado natural de paz interior, y por consiguiente de felicidad atenta.
La diferencia entre “creo” y “siento”, cada vez que expresamos una opinión, nos puede dar indicio de una creencia. Es nuestro trabajo personal descubrir si esa creencia nos aparta del estado en el que deseamos “estar”.
Como ser humano no es posible vivir sin ninguna creencia en absoluto. Siento que una vez hemos desinstalado en nosotros todo vestigio de creencia (que siempre limitante), no hay razón der ser la experiencia “humana”. El disfrute de la Vida es vivirla intensamente. Y en ese “vivirla intensamente”, entra ese juego con nosotros mismos de reconocer como nos limitamos, y como podemos escoger en cada momento (sea en cualquier circunstancia), vivir creando creencias, identificándonos con ellas, borrarlas de nuestro espacio, jugar con las posibilidades. Entonces la Vida se transforma en un Juego, y nosotros el único jugador que juega consigo mismo.


IRIS SALA LLEAL