Estoy aprendiendo el valor de apreciar todo lo que está pasando en mi vida independientemente de lo que parezca. Estoy viendo lo importante que es abstenerme de proferir siquiera una palabra acerca de lo que no parece estar funcionando en mi vida porque sé que las apariencias pueden ser engañosas, porque nada es lo que parece.
Así que te invito a hacer de lo que tienes en tu vida como tu razón para sentirte bien en lugar de utilizar lo que piensas que no está funcionando como tu motivación para querer sentirte bien. En otras palabras, identifícate con el amor, la compasión, y el aprecio tanto como sea posible. Esta es la clave para crear la vida que realmente buscas.
Tú -el verdadero tú- que es la Fuente de energía, es lo único que falta en tu intento por crear lo que quieres. Nosotros los humanos somos hacedores y tendemos a hacer esto y aquello y en el proceso, nos encanta notar lo que no nos gusta e incluso deleitarnos en señalarle esto a los demás y entonces tomar medidas para cambiar aquello que no nos gusta. Conozco esto muy bien. Esto es simplemente un hábito pero no te sirve si realmente deseas ver cosas ocurriendo en tu vida que se sientan bien. Miles de años de hacer histórico nunca ha eliminado de nuestro mundo esas cosas que no nos gustan. Por lo tanto, es hora de una perspectiva alternativa.
Mucho más importante que hacer cualquier cosa es tomarte el tiempo para desarrollar una relación con amor y compasión - incluso admiración - por ti mismo y por lo que está ocurriendo en tu mundo. Para ello es necesario observar la vida desde el punto de vista de un testigo. Obsérvate a ti mismo y cómo interactúas con el mundo y encuentra compasión por todos los aspectos de ti mismo que ves, independientemente de cómo actúen estos aspectos. Algunos pueden ser molestos, algunos calculadores y manipuladores. No importa. Todos son simplemente hábitos arraigados y no quieren decir nada de ti. Ten compasión por estos aspectos de ti. Después de todo, tú los creaste así que eres un creador sorprendente. Ahora puedes aprender a descrearlos.
A medida que continúas este proceso, muy pronto estarás haciendo desde un lugar de ser quien eres - amor y compasión -. Mientras en este lugar interior saldrá inspiración para actuar. Este es el momento de efectivamente actuar. Cualquier otra acción que no sea inspirada desde este lugar interior de sentirse bien no te va a servir aceptar terminar de crear más de lo que no deseas.
Dices, "¡Pero hay tanto acerca de mi vida que no me gusta!" ¿Y qué? Nota lo que sí te gusta y adquiere el hábito de señalarle esas cosas a los demás (¡eso de seguro los va a sorprender!). Explota tales sentimientos tan buenos para todo lo que puedas. Si tienes que esperar a que tu mundo exterior cambie antes de poder ser feliz nunca va a funcionar. Si cambias tu perspectiva en tu mundo interior para ver la vida diferente - a través de los ojos de la compasión en lugar de la queja - el mundo entonces tendrá algo nuevo que reflejar hacia ti porque tu mundo exterior siempre te está mostrando con lo que tu mundo interior se está identificando.
Te animo a bajar el ritmo de las acciones para tratar de hacer que las cosas sucedan en tu vida de acuerdo a lo que crees que quieres y en cambio enfocarte más en sólo permitir que la vida suceda mientras la observas y la aprecias, incluso el contraste (las cosas que no te gustan). Apreciar esas cosas también porque la verdad es que tú has hecho surgir la presencia de tales experiencias en tu mundo para que puedas aprender a amar a un nivel más profundo de lo que alguna vez has amado. Y no nos equivoquemos al respecto, esto es lo que realmente quiere tu alma.
Mira, lo divino (que es el verdadero tú) se está fusionando con el humano (quien tú crees que eres) porque quiere tener un cuerpo en el cual pueda expresar su verdadera naturaleza al mundo de principio a fin. Eres tú y ese cuerpo da la casualidad que es tu cuerpo. Si tu identificación siempre está en lo que no te gusta, no estás sintiendo compasión o amor y, por tanto, lo divino no tiene capacidad de expresarse a través de ti (puesto que la queja y la negatividad no son naturalezas que lo divino tenga). Lo divino te adora a ti y a todo lo que eliges experimentar - incluso los aspectos de ti que prefieren quejarse -. Lo divino comprende a estos aspectos. Cuando te identificas con lo divino, tú también sientes compasión por estas partes de ti, lo que suaviza su necesidad de actuar (quejarse).
La conclusión lógica aquí es, entonces, que lo divino quiere y necesita que tú te identifiques con su verdadera naturaleza de compasión y amor. Y sabe que cuando haces una elección consciente de así hacerlo, que te fundirás con esos buenos sentimientos que vienen con ser compasivo. Y, ya que eres lo divino - realmente lo eres - entonces tienes que colocar toda tu identificación en ti - el verdadero tú - y olvidarte de todas esas cosas ahí afuera que no te gustan. Tú - el amoroso compasivo tú - eres más importantes que cualquier otra cosa en tu mundo porque eres el centro de tu universo.
Lo que es extraño es que todos nos hemos entrenado en la creencia de que lo opuesto es verdad, que es narcisista estar en uno mismo, que primero debes pensar en los demás. Y a partir de este sistema de creencias se deriva todo nuestro hacer, con la intención de cambiar lo que vemos en el mundo exterior, con la esperanza de que el cambio sea para mejor. Vivir la vida desde este punto de vista ya no funciona. Ahora es tiempo de ir dentro e identificarte con el amor que verdaderamente eres y luego actuar desde ese lugar. Olvídate de la parte exterior, se desplazará hacia más de lo que quieres a medida que eres lo que eres. Ningún otro medio para crear un mundo de paz va a funcionar.
Por Paul Reinig