INTRODUCCIÓN
La existencia de una Energía
Vital y Universal, y de su
aplicación terapéutica, viene desde la más remota
antigüedad. Tanto en Egipto como en la India y en Oriente
sabían de su existencia. Prueba evidente, son los petroglifos,
inscripciones y tablillas de barro encontradas en distintas
partes del mundo haciendo referencia a esta energía.
En el Egipto de los faraones le dieron el nombre de Ka, como
referencia a una de las características del espíritu humano, a
esa parte del principio universal e inmortal de la Vida. Han
aparecido representaciones pictográficas de esta energía en
la cámara secreta de la gran pirámide de Keops y en antiguos
papiros sacados a la luz en excavaciones arqueológicas.
Casos evidentes y documentados de la utilización de ésta
energía en la antigüedad, los encontramos en los muchos
casos de curación que realizó el Maestro Jesús cuando
imponía sus manos a los enfermos que se acercaban a El
atraídos por su fama de sanador.
Esta Energía Universal o Ki, proviene de otra indescriptible
Energía, de origen Cósmico, que según la Ciencia Esotérica,
basada en la sabiduría de los grandes Rishis e Iniciados de la
Jerarquía Planetaria, se la conoce con el nombre de Fohat o Fuego Cósmico, que como mencionan, H.P.B.
y Alice Bailey en muchos de sus escritos, es utilizada por cada Logos o Dios, para Manifestarse y Crear Sus
respectivos Universos.
Esta Energía Cósmica se transmuta y se convierte en prana, cuando estos Insignes Creadores, la proyectan
en Sus Mundos para dar Vida a todos los seres sensibles que se van a manifestar en el transcurso de la
evolución de cualquier planeta. Para entender esta realidad, dentro de un contexto intelectual y objetivo, se
podría decir que Fohat es la Esencia Energética Primigenia o “Prakriti”, palabra que en sánscrito significa
“materia primordial, causa o esencia material de todas las cosas”. La ciencia, está quizás muy cerca de su
descubrimiento, ya que lo que denomina como “materia oscura”, podría ser la manifestación más objetiva de
esta realidad, de donde casi con toda seguridad es el origen y creación de las Galaxias, Sistemas Solares,
Planetas, como también de las muy variadas humanidades y reinos de la naturaleza que los integran. Lo
que nosotros definimos como Ki, Chi, prana, etc., es sólo una modalidad de esta energía primaria, adaptada
y transformada a una menor frecuencia vibratoria, para poder estar en sintonía con las vidas de los distintos
seres y reinos de la naturaleza a los que tiene que mantener en actividad cada Creador, dentro de Su
Omniabarcante Aura, desde donde controla, gobierna y dirige Su propia actividad evolutiva.
La ciencia y las investigaciones que se están realizando en todo el mundo, ahondando cada vez más sobre
la esencia y la composición de la materia a nivel microcósmico a través de la física cuántica, nos acerca
cada vez más a esta Energía Vital y Universal. De la misma forma, el Firmamento o Macrocosmos del que
formamos parte, a través de su observación y estudio, está cada vez más cerca de descubrir este Fohat
Cósmico que tiene su origen desde el mismo inicio del Big Bang, y que parece ser se mantendrá presente y
activo hasta el muy lejano proceso de implosión del Universo (el Big Crunch como lo describen los
científicos), dentro del enorme e incomprensible ciclo vital de Brahma, como lo describen los Vedas, que
Crea, Preserva y Destruye, eterna y cíclicamente todo cuanto existe.
En el Microcosmos humano suceden a una menor escala idénticos y parecidos procesos cíclicos de
expansión (nacimiento) y contracción (disolución), semejantes a la aparición y desaparición de mundos en
el Macrocosmos, solo que en un menor grado dentro de esta micro-realidad. Esta semejanza, viene a
coincidir con el Segundo de los Principios de la Filosofía Hermética, el de “Correspondencia” que dice…
“Como arriba es abajo; como abajo es arriba”. Lo que viene a indicar, que lo infinitamente pequeño essemejante e igual a lo infinitamente grande, pero en menor escala y grado. Esta es la clave que utilizaban y
utilizan hoy en día los alquimistas y ocultistas para descifrar y entender los misteriosos procesos de
desenvolvimiento de las fuerzas y energías ocultas de la naturaleza.
EL AMOR INCONDICIONAL
El Reiki y su aplicación, se basan en principios y realidades no tangibles, en hechos y aspectos
trascendentes y atemporales que escapan a cualquier tipo de estudio y análisis ordinarios. Uno de los
principales requisitos para su práctica, es el de tener fe, tener la seguridad de su existencia, de su realidad
tangible y sutil, y de que cada uno de nosotros, somos y podemos convertirnos en canales por donde
puede fluir esta energía hacia las personas o seres que lo necesitan. Otro requisito, es la necesidad de
establecer una corriente unión y “simpatía” entre terapeuta y paciente a través del Amor Incondicional, y
como consecuencia, de la Compasión, del Afecto Fraternal, del Cariño, etc., que son, aunque no lo
entendamos, energías que el terapeuta expresa, de alto contenido energético y sutil, que confluyen con el
prana para la correcta aplicación del reiki hacia los seres que el karma nos acerca.
En este contexto, la manifestación y exteriorización del Amor Incondicional del terapeuta, es el principal
aspecto interno que debe poseer para poder obtener unos resultados satisfactorios en las prácticas de
sanación. El Amor, sea cual sea el momento en que se exprese y la situación en la que se aplique, es como
una preciosa y refulgente gema que brilla de muy variadas formas, con tonalidades y colores muy
diferentes, según las facetas o cualidades que se manifiesten a través de este Amor Total. Cada una de
estas caras o facetas de esta preciosa gema, expresan cualidades de ese Gran Amor Universal. Una de
estas facetas, por ejemplo, expresa Compasión, otra Bondad, otra Fraternidad, otra Simpatía, otra
Generosidad, etc., de tal manera, que cada una de estas cualidades o aspectos de ese Amor Total e
Incluyente, expande un color, un brillo y por consiguiente una determinada vibración energética que
constituye en su conjunto la Piedra Preciosa perfectamente tallada que en su aspecto y forma más objetiva
se corresponde con el chakra anahata, el chakra cardíaco, desde donde cada una de estas cualidades se
expresan activamente por cada uno de sus doce pétalos de energía. Lógicamente estas cualidades o
aspectos sutiles del Amor, debe haberlos activado internamente antes el terapeuta, a través de un
determinado entrenamiento y tipo de vida apropiados.
PRANA O ENERGIA VITAL
El Ki o Prana, se subdivide en siete subtipos de energía, de cualificadas densidades y diferentes tipos de
vibración, que se interpenetran entre sí y que afectan a los cinco elementos, tierra, agua, aire, fuego y éter.
Cada uno de estos subtipos o características de esta energía, incide y afecta a cada uno de los elementos
físicos y contrapartes sutiles de la naturaleza humana, incidiendo de una manera muy particular en los
chakras, glándulas, órganos y sentidos. Ver la siguiente tabla:
EL PRANA Y SUS MANIFESTACIONES A TRAVES DE LA MATERIA “PRAKRITI”
Nombre
Sanscrito Elemento
Físico
Elemento
Sutil
Sentido
Físico Planos de
Evolución Cualidades
Cognitivas
Formas
Clarividentes
de Percepción
Akasa Etérico Sonido Oído Todos Espacial Círculos con Puntos
Concéntricos
Vayu Aire Tacto Piel Espiritual Movimiento o
Vibración Círculos
Concéntricos
Agni o
Tejas
Fuego o
Luz y
Color
Vista Ojos Mental Expansión Triángulos
Apas Agua Gusto Lengua Astral Contracción y
Suavidad Medias Lunas
Prithivi Tierra Olor Nariz Físico-
Etérico Cohesión Cuadrados
(Libro “La Iniciación” de Rudolf Steiner)
Subdivisiones del Prana o Aliento Vital del Sol (según los Vedas)
Al ser el practicante de reiki, un mero intermediario, se deduce que sólo puede canalizar el tipo de Prana o
Ki que pueda hacer circular por sus nadis. La calidad y cantidad de esta energía, dependerán de la pureza
y constitución energética de todos sus vehículos, resultado de lo que previamente y a través del
entrenamiento interno y tipo de vida haya logrado alcanzar. Las cualidades vibratorias y energéticas que se
pueden atraer y proyectar, van a estar en consonancia y en función de la pureza y sensibilidad de los nadis,
un importante dato a tener en cuenta, para lograr un mayor grado de eficacia en cualquier sesión de
sanación. (Libro “La Iniciación” de Rudolf Steiner)
A través de la práctica altruista y desinteresada que se realiza en el reiki y del consiguiente proceso de
purificación integral que realiza el terapeuta, el nadi central, el sushumna y los nadis anexos, se liberan
parcial o totalmente de las impurezas internas que puedan haber quedado adheridos en estos sutiles
conductos, permitiendo la rápida difusión y circulación por ellos de la energía ki, para poder ser aplicada
con total efectividad.
LOS CHAKRAS
La energía Ki, altamente vibrante, circula por los nadis, que son la contraparte etérica de los nervios y por
consiguiente de todo el sistema nervioso a nivel físico en el hombre, estableciendo y estructurando una
tupida red de conexiones sutiles que van a confluir en la columna vertebral, lugar donde reside el más
importante de los nadis, el sushumna, que es donde brotan y tienen sus raíces los chakras, los centros
energéticos, que absorben el prana, para equilibrar y alimentar energéticamente a todo el organismo,
desbloqueando o activando y por tanto armonizando según el caso, este fluir natural del elemento vital que
necesita el cuerpo físico como totalidad, para mantenerse en perfecto estado de salud a nivel integral y en
un perfecto equilibrio funcional entre los principales sistemas, el nervioso, el circulatorio, el glandular y el
hormonal.
La importancia que tienen los chakras, en su correcto y armonioso funcionamiento, hace que se preste una
especial atención en las personas que se acercan al reiki para ser tratadas. Los chakras, tienen
básicamente las funciones de absorber y distribuir el prana, principalmente en el cuerpo físicoetérico
(aunque también incide y afecta a los niveles emocional y mental), para de esta forma mantenerlo vivo y en
actividad. Cada uno de los cinco tipos de energía pránica que se pueden poner en actividad, inciden en los
chakras, ya sea, según el caso, para desbloquearlos o armonizarlos individual o colectivamente con el resto
de los centros de energía y poder así equilibrar también las funciones de las glándulas y órganos a los que
están asociados.
Los Chakras son también “puertas” que cuando funcionan de una forma coherente e integrada con la parte
espiritual de cada ser, se abren de par en par para permitir a la conciencia ser capaz de “ver y contemplar”
la realidad inherente de los planos que están más allá de la percepción del estado normal de vigilia. Al ser
los nadis la contraparte más sutil del sistema nervioso y de las emociones-sentimientos, el correcto fluir del
prana por los principales nadis y chakras de forma armoniosa, genera en todo el organismo una también
armonización y estabilidad integral física-emocional-mental, que repercute positivamente en todas las
funciones vitales del ser humano, permitiendo según el karma de cada persona, recuperar de una forma
holística e integral la salud y el bienestar personal.
LA LEY DEL KARMA
La ley del Karma, es el principio de Acción y Reacción, de Causa y Efecto. Sus efectos inmediatos son los
de restaurar el equilibrio y la armonía allí donde haya desorden y caos, desequilibrio y desarmonía.
Esta ley se aplica y desarrolla en todos los niveles de la realidad, desde los planos más elevados y sutiles, a
los más burdos y ordinarios, afectando tanto a los planetas como al mismo hombre.
El hacer estos comentarios del karma dentro del contexto del reiki, se debe a la importancia y afinidad que
tiene esta ley con el resto de las leyes de la naturaleza. En este sentido, el karma juega siempre un papel
básico y esencial en las sesiones, tratamientos y resultados, sea cual sea el ser o conciencia de cualquiera
de los reinos mineral, vegetal, animal o humano.
Tanto por ser canales, como receptores de las energías que se ponen en actividad en cada sesión, el
karma, va a ser una especie de juez justo que va a determinar, la forma, el modo y el grado de repercusión
de esta aplicación, tanto en el terapeuta como en el paciente.EL ASPECTO DEVICO O ANGÉLICO
Uno de los acontecimientos más importantes que suceden en las iniciaciones y en las sesiones de reiki, es
la vinculación dévica con este tipo de actos, sobre todo cuando son de contenido altruista y desinteresado.
En este sentido, la afinidad y relación humano-dévica se pone de manifiesto cuando se utiliza el prana en
las sesiones de sanación, ya que este tipo de energía está especialmente asociado con los devas de luz
dorada, que son los encargados de transportar en sus auras todo el contenido energético y vibrante de la
más pura vitalidad solar hacia todo tipo de vida en el mundo. Hay un axioma ocultista que aclara en alguna
medida este aspecto y que viene a decir que… “el hombre crea con el pensamiento, y el deva, construye
con su energía la forma adecuada a dicho pensamiento”. O lo que es lo mismo, que “la energía sigue al
pensamiento”.
En las ceremonias de las iniciaciones suceden parecidos procesos de acercamiento y unificación maestro
reiki y deva, ya que cuando son invocados consciente o inconscientemente por los iniciadores, estos seres
son los que se encargan de preparar e impregnar el “ambiente” con las adecuadas y simpáticas vibraciones
armónicas para que los “neófitos” que van a ser iniciados tengan el entorno adecuado para que se realice
la iniciación en las mejores condiciones posibles.
Indudablemente, los tipos de devas que en estos casos se van acercar para colaborar en todo este
proceso, van a ser del mismo o parecido tipo evolutivo y vibracional que los maestros iniciadores,
responsables del desarrollo de la ceremonia de iniciación, “lo igual atrae a lo semejante”, es la ley, de ahí la
importancia de prepararse física, emocional y mentalmente antes de la celebración de este tipo de actos.
En estas o parecidas ceremonias, lo abstracto e insustancial, se vuelve objetivo y dinámico, gracias al papel
que desempeñan los devas, por ser y formar parte de sus propias naturalezas este tipo de actividad, ya que
su misión es la de ser los constructores sustanciales en los planos sutiles de la realidad, de cualquier idea
asociada a un sentimiento, emoción o pensamiento, impulsándolos hacia el cumplimiento de su destino,
según haya sido la intención y el propósito de su creador, en este caso el hombre.
En la naturaleza y en la vida ordinaria, para que cualquier sentimiento, emoción o pensamiento cobren vida
y actividad, hacen falta siempre la unión y colaboración del binomio creador y constructor, el hombre y el
deva, que es el ejecutor o mensajero inteligente que hace que posible, que pueda llegar a su destino y se
cumplan la intención y el propósito de cualquier pensamiento-emoción-deseo.
La realidad angélico-dévica, en los momentos actuales, cobra especial relevancia por estar asociada a los
grandes cambios que están sucediéndose en nuestro mundo en todos los órdenes, en el colectivo y en el
personal, en el físico y en el espiritual. Estos cambios están siendo generados principalmente por la llegada
y el contacto con el Aura Planetaria de las muy especiales energias altamente vibrantes de la Constelación
de Acuario, acompañadas a su vez de la Jerarquía Dévica del 7º Rayo Violeta, ejecutores y precursores de
la Magia y el Ceremonial a nivel planetario. Estos excelsos devas violetas, son los muy especiales
mensajeros e interlocutores de los Grandes Seres Extrasolares con nuestros Logos Solar y Planetario.
Estos acontecimientos tan importantes y trascendentes, están desencadenando los cambios que
observamos a nuestro alrededor, de crisis de todo tipo, de cambios en el orden de valores, de nerviosismo
generalizado, etc. Esto se debe a la confluencia y unión de las energías de la Constelación de Acuario,
altamente vibrantes, con las energías Planetarias, de carácter todavía primario y en proceso aún de
conseguir un mayor grado de sensibilidad y unificación universal. Estas situaciones, desencadenan en los
Reinos de la Naturaleza toda una serie de fenómenos de readaptación y acoplamiento vibratorio, dando
lugar a que se generen toda una serie de crisis, conflictos, aunque también hay que decirlo, de progreso.
Las guerras, el hambre, los accidentes naturales, etc., que vemos a nuestro alrededor, son el resultado de
la discordancia vibrante de estos dos tipos de energias, que impulsan a su vez a la humanidad hacia una
nueva era de estabilidad y progreso en todos los ámbitos. En el espiritual, por estar generándose todo un
proceso de simbiosis y de síntesis, donde lo más relevante a destacar es el del contacto aún poco
consciente de los Reinos Humano y Dévico, de cuyo resultado, se pueden observar la difusión cada vez
más generalizada de la Magia y de todo tipo de Rituales en sus múltiples variantes, ya sean de signo
positivo, como negativo, así como la aparición también de fraternidades y sociedades que como la
Masonería y otras del mismo signo, tendrán cada vez mayor importancia e influencia en la evolución de
nuestro mundo.
LOS SÍMBOLOS
Al ser los símbolos en general, eminentemente formas mentales, son por tanto ángeles o devas, con la
misión de cumplir y de llevar a feliz término el propósito y la intención del terapeuta en cada una de las
sesiones de reiki. Cualquier símbolo, ya sea en el caso del reiki, como en cualquier otro trabajo de índole
espiritual y trascendente, al estar constantemente siendo invocado y utilizado en todo el mundo, se va
consolidando y potenciando su energía, haciéndole cada vez más efectivo a través del constante y
permanente proceso de “recreación mental”, realizado por cientos o miles de personas todos los días.
Estos símbolos o formas mentales, que “flotan” en todos los niveles de la realidad y que nos acompañan en
nuestra diaria actividad, se van “cargando” gradualmente con la energía positiva que cada persona es
capaz de transmitir cuando alguien los “llama” o invoca para un fin determinado.
Estos símbolos o formas mentales-dévicas, son altamente vibrantes e incluyentes, dotadas de un gran
dinamismo, transmutación y regeneración, que dan lugar a un aura de integración espiritual que afecta muy
positivamente tanto al terapeuta como a la persona a la que se trata de ayudar, proyectando también esta
benéfica influencia en el entorno donde se produce esta unión trascendente.
Por todos estos motivos, es muy importante considerar, que todos los que nos dedicamos ha realizar este
tipo de trabajo de ayuda y de servicio a nuestros semejantes, si queremos ser y convertirnos en canales
puros y limpios, por donde puedan transitar estas sutiles y especiales energías, hemos de llevar en alguna
medida una vida ordenada y lo más correcta posible a todos los niveles, tanto en lo físico y de relación con
los demás, como en nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar, para ser así coherentes, de esta
manera, con nuestro sentir interno, altruista y por tanto desinteresado.
Dice el Sendero de Servicio:
“Que tu mayor alegría sea la de hollar el Sendero del Servicio”.
“Que te reconozcas a ti mismo, como agente de una fuerza más poderosa que la tuya”.
“Que esta poderosa fuerza, al penetrar en ti, te infunda el poder de servir”.
“Que veas en los demás, la misma Naturaleza Divina que hay en ti mismo”.
Para terminar, nada mejor que las sabias palabras del Maestro Moria que sintetiza el Servicio, diciendo que:
“Trabajar para la Humanidad es una gran tarea,
su recompensa no tiene límites,
se extiende más allá del breve sueño de esta vida,
se extiende más allá de futuros renacimientos”
Alfonso. (21.11.2011)
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